(Lionel Andrés Messi; Rosario, Santa Fe, 1987) Futbolista argentino. Poseedor de una habilidad técnica excepcional, una endiablada velocidad y una inventiva inagotable, desde que llegó de la mano de sus padres al F.C. Barcelona, con 13 años de edad, realizó una carrera vertiginosa por las diferentes categorías hasta el primer equipo, en el que debutó con apenas 16 años en un partido amistoso ante el Oporto. En 2004, con 17 años, jugó su primer encuentro oficial de la Liga española. Con 18 años le llegó su consagración internacional: formó parte de la selección argentina, campeona en el Mundial Juvenil Sub-20 de Holanda, disputado en 2005.
Pero su verdadera eclosión se produjo con la llegada de Pep Guardiola al banquillo azulgrana: durante las cuatro temporadas en que el técnico dirigió el equipo (2008-2012), sus estadísticas goleadoras alcanzaron niveles estratosféricos, contribuyendo de forma decisiva a que el Barça viviese la mejor etapa de su historia al hacerse con 14 títulos de los 18 posibles. Considerado casi unánimemente el mejor futbolista del momento, su talento individual se ha visto reconocido en cuatro años consecutivos con el Balón de Oro (2009, 2010, 2011 y 2012).
Conocido como Leo o Pulga, su inmensa calidad ya apuntaba cuando tenía cinco años y jugaba en el club de barrio de su ciudad natal dirigido por su padre, un empleado de la industria metalúrgica, y se reafirmó cuando, a partir de sus siete años, comenzó a jugar en las divisiones inferiores del Newell's Old Boys de Rosario.
A los 10 años, a punto de dar el salto al club River Plate de Buenos Aires, se le detectó un retraso en el desarrollo óseo causado por un bajo nivel de hormonas del crecimiento; el tratamiento médico era muy costoso, los clubes no quisieron afrontarlo y su padre, que no disponía de los recursos económicos necesarios, decidió entonces emigrar a Barcelona con su familia, donde se le había presentado una posibilidad laboral. En septiembre de 2000, Leo realizaba una prueba en el F.C. Barcelona; el técnico Carles Rexach quedó maravillado con su talento futbolístico y, firmando en efecto un contrato en una servilleta de papel, como cuenta la anécdota, lo incorporó al club, que se hizo cargo del tratamiento del chico. Messi tenía entonces trece años y medía 1,40.
A partir de ese momento Messi se formaría en la Masia, centro de entrenamiento de la cantera azulgrana, donde pasó por las diferentes categorías (Infantil A, Cadete B, Cadete A, Juvenil A, Barça C y Barça B) antes de llegar al primer equipo. Su debut oficial en primera división con la camiseta azulgrana se produjo el 16 de octubre de 2004 en Montjuic, en el clásico derby con el Espanyol de Barcelona.
A sus 17 años la Pulga marcaba su primer gol como profesional en el Barça en un partido contra el Albacete, y se convertía en el jugador más joven del equipo azulgrana en lograr un tanto en la Liga española. Durante esa temporada 2004-2005, las lesiones que arrastraban algunas figuras del primer equipo y su brillante trayectoria en el filial hicieron que fuese un habitual en las convocatorias y que contribuyera a la consecución del título de Liga, el primero de su palmarés.
La temporada 2005-2006, después de un gran debut en el trofeo Joan Gamper contra la Juventus de Turín, fue ya sin duda una buena campaña, aunque una lesión muscular lo apartó de los terrenos de juego en el tramo final de la competición. El resultado de la temporada para el equipo de Frank Rijkaard no pudo ser mejor: ganó la Supercopa de España, la Liga y la Liga de Campeones, la segunda de su historia.
En 2006-2007 las cosas no fueron tan bien para el Barça, que no ganó ningún título importante, pero Messi deleitó a los aficionados con jugadas espectaculares que ya lo postularon entre los mejores jugadores del mundo. Otro momento estelar en la biografía de Leo Messi fue su hazaña del 18 de abril de ese mismo año, en las semifinales de la Copa del Rey contra el Getafe, cuando eludió a cinco jugadores, portero incluido, e hizo el segundo gol de su equipo. Esta genialidad dio la vuelta al mundo y todos lo compararon con el Maradona que coronó el célebre "Gol del siglo" ante Inglaterra, en el Mundial de México de 1986. La progresión del jugador continuó en 2007-2008.
El FC Barcelona inició la temporada 2008-2009 con un nuevo proyecto que generó un cierto escepticismo entre los culés. Los chicos de Guardiola, con Messi convertido en crack indiscutible, pergeñaron la campaña futbolística más apasionante en décadas. En esta campaña, Messi completó su primera temporada sin lesiones y superó su récord de partidos jugados (51) y goles (38). El argentino fue decisivo en las finales de Copa y Champions marcó el segundo gol del Barça en cada una de ellas. Los tres títulos obtenidos en la temporada 2008-2009 daban acceso al club a disputar otros tantos torneos a principios de la siguiente, antes de terminar el año: la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubs. En todos ellos resultó vencedor el Barça, marcando un récord histórico: levantar en un solo año los seis trofeos de las seis competiciones en que participaba.
A estas alturas ya eran muy pocos los expertos, entrenadores y jugadores que no lo consideraban el mejor jugador del mundo. La prensa deportiva y las federaciones internacionales lo reconocían como tal, y además de los incontables títulos de su palmarés deportivo, el jugador acaparaba reconocimientos individuales. Ya en 2009 la revista France Football le concedió el Balón de Oro y la FIFA lo designó Mejor Jugador del Mundo. Ambos premios se unificaron un año después en el FIFA Balón de Oro, que el argentino recibió en sus tres primeras ediciones, 2010, 2011 y 2012.
Mayores expectativas despertó la participación en el Mundial de Sudáfrica (2010), con el astro argentino en un momento pletórico de forma; pero el combinado albiceleste, bajo la controvertida dirección del legendario Maradona como técnico, cayó estrepitosamente frente a Alemania, de nuevo en los cuartos de final.
Los argentinos depositaron sus esperanzas en el Mundial de Brasil de 2014, pero hay que decir que Messi no llegaba a la cita mundialista en su mejor versión. Ciertamente, ni la selección argentina ni Leo Messi brillaron especialmente en el Mundial de Brasil de 2014. Si bien los albicelestes empezaron ganando todos los partidos, lo hicieron siempre por la mínima, y fue necesario acudir a las tandas de penaltis para superar las semifinales. En la final contra Alemania, que venía de humillar a los anfitriones por un inaudito 7 a 1, los argentinos supieron frenar el embate germánico y dispusieron de oportunidades, pero acabaron perdiendo en la prórroga. Considerando el juego exhibido, el subcampeonato fue un buen resultado; los argentinos no lo habían logrado desde los tiempos de Maradona. Messi fue además distinguido con el Balón de Oro del Mundial, pero el sueño de conquistar el preciado título quedó otra vez pospuesto.
''Mientras mas nos esforcemos por obtener todas las cosas que nos propones en lograr en un futuro no muy lejano sea a nivel personal, espiritual o profesional, tendremos plena satisfacción por ese merecido galardón"